EL DÍA QUE MUERA 

No quiero rezos ni llantos, no flores ni entierros, quiero que me recuerdes en el mejor momento que pasaste a mi lado, que recuerdes la mejor broma, chiste o carcajada que compartimos. 
No quiero entierros, prefiero que me incineren, no quiero una tumba que solo un día al año se llene de flores, quiero, ser mejor abono a la tierra, servir para crear vida. 

No quiero que me llores, sin embargo si tu corazón así lo siente, deja correr esas lágrimas y trae con ellas gratos recuerdos que compartimos, ¿flores? Regálamelas ahora que vivo y puedo verlas, olerlas y disfrutarlas. 

Pude en ocasiones ser mala o hacer cosas que te sintieran sentir mal, te ofrezco una disculpa, piensa que pudieron ser más los momentos buenos vividos juntos, atesora esos y suelta los malos, ¿de que te sirven? si yo ya estaré muerta.

No quiero rezos en mi casa,si nace en ti orar por mi, te lo agradezco. 

Dejaré mi cuerpo pero mi alma estará en ti que me recordara. Cuando veas a mi hijo háblale de las ocasiones chistosas que viví, de las veces que me equivoque y me levante, de las veces que me di contra la pared pero busque caminos diferentes, de las «metidotas de patas» que tuve y de cómo las saque, de mis momentos de frustración y de inmensa alegría. 

Cuando yo me muera piensa que vine aquí simplemente a ser feliz. 

#YaDiráYadira

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