GENERACION X

Por: Yadira Pedrero Magaña

 No soy sabía ni adivina, pertenezco a la generación x, una generación que desde mi punto de vista, conserva valores como el respeto, honestidad, esfuerzo. Pertenezco a una generación que ha visto tantos cambios tecnológicos que las nuevas generaciones pensarían que es ciencia ficción.

Me atrevo a decir que mi generación aprendió a escribir en máquina mecánica, eléctrica, en computadora y claro en las tablets, somos una generación que conoció el formato beta, vhs, dvd, Blu-ray, usb, neflix, anexos conexos y convexos. Somos una generación que lee aún en libros, yo amo el olor a libro, poder escribir en él y doblar sus hojas. Somos una generación que no damos por hecho todo lo que hoy por la inmediatez llega a nuestras manos, bendita sea la tecnología que nos facilita no pararnos a cambiar el disco en el tocadiscos, el canal de la televisión y muchas otras cosas más, bienvenidas las redes sociales y su efecto de cercanía con quienes están lejos físicamente, aunque a veces pienso que preferimos los amigos reales, poderlos tocar, platicar cara a cara, oír sus carcajadas y secar sus lágrimas.

Somos una generación que se mueve y adapta a los cambios, que enseña y aprende, que comparte y recibe, muchos somos padres y es en nuestras manos que está su educación, algunos piensan que es la escuela o el gobierno quien debe encargarse de eso, error, esa es nuestra responsabilidad. De ti y de mí depende que nuestros hijos sean grandes y buenos seres humanos, con valores arraigados que a pesar de que el viento mueva el árbol no lo tire.

Te invito a reflexionar que haces hoy, para que esto suceda, si perteneces a la generación nacida entre el 46 al 64 conocidos como baby boomers, o naciste en los 80´s y 90´s llamados millennials, o mejor aún, si eres de los peques, nacidos entre 2001- 2010, llamados post millennials, de igual forma te invito a hacer revisión interna y darte cuenta, si lo que encontraste te late.

Comparto contigo y cierro con esto mi colaboración. Este es un proverbio Árabe que considero, hoy queda como anillo al dedo para la forma en la que nos comunicamos, consumimos y vivimos.

«No digas todo lo que sabes, no hagas todo lo puedes, no creas todo lo oyes, no gastes todo lo que tienes; Porque: el que dice todo lo que sabe, el que hace todo lo que puede, el que cree todo lo que oye y gasta todo lo que tiene; Muchas veces: dice lo que no conviene, hace lo que no debe, juzga lo que no ve, gasta lo que no puede»

 

Bendecida tu ruta de vida

@yadirapedrero

yadirapedrero@outlook.com

COMPROMISO 

   
 Me parece vivimos en una época de poco o nulo compromiso, una época en donde casi todo es desechable y el valor de la palabra compromiso está en peligro de extinción. Aclarando que estas líneas que comparto contigo, no son en relación a compromiso de pareja, porque ese como dice la nana chona, “es otra historia”
Al escribir sobre compromiso, lo hago desde mi visión, mapa o experiencia, por las actividades que desarrollo, tengo la posibilidad de poder entrevistar a candidatos a vacantes ofertadas y tristemente observo que ese valor que para mí, es de suma importancia, hace falta. Fallan al honrar su palabra de asistir a cierta hora a una entrevista laboral, al entrevistarlos y citarlos a la siguiente vuelta comenta que asistirán pero no lo hacen y sumado a eso no se toman la molestia de avisar su falta ya de interés, al encontrarme yo con esto en mi ruta de vida, me pregunto, ¿con ese poco o nulo compromiso con tu vida, esperas lograr lo que buscas?; Esto en referencia al ámbito laboral y probablemente de igual manera sucede en el ámbito personal; el compromiso es contigo que me lees, pues al concretarlo estas generando credibilidad en tu persona, puedes pues prometer y comprometerte con otros, pero al fallar, más que quedar mal con ellos le quedas mal solamente a ti.

Las etapas del compromiso son 3, PROMESA, PROCESO y CUMPLIMIENTO TOTAL.

En la primera haces una PROMESA sencilla, al calor de la emoción y es en la parte donde mayormente se queda el compromiso, en una simple promesa no cumplida, piensa en todos los que hasta hoy han faltado a una promesa para contigo, piensa en la forma que te sientes y analiza que puede que así se sientan a quienes les has prometido y hasta ahí has llegado.

En la etapa de PROCESO, es donde entra la parte complicada, pues es donde debes darle forma a esa promesa, ¿cómo la cumplirás?, ¿en que tiempo?, ¿qué requieres para lograrlo?; si al final no cumples totalmente tu compromiso, pues realmente solo prometiste. Si en el camino te das cuenta que hay más factores implícitos para conseguir concretar la promesa, recurres a la flexibilidad y acuerdas nuevamente con quien o quienes les prometiste y nuevamente, como decimos cuando estamos entre amigos, pones manos a la obra.

En la etapa de CUMPLIMIENTO TOTAL, has superado los obstáculos y/o cambio de planes, compruebas que “pase lo que pase” lo lograste y aprendes que eres una persona tenaz, con habilidades y cualidades que lograron conjuntarse para la conclusión de tu promesa.

En esta etapa, redescubres lo grande y capaz que eres para honrar tus palabras y enriquecer tu marca personal, con la aptitud de credibilidad.

Compromete todos los días y disfruta de esa sensación de saber que puedes hacerlo.

Bendecida tu ruta de vida

@yadirapedrero

yadirapedrero@outlook.com

Toma de decisiones

Cuantas veces te has encontrado en la necesidad de tomar decisiones; sobre a donde ir, que hacer, decir, o qué camino tomar. Todo el día y a todas horas tomamos decisiones y muchas veces algunas de ellas nos pueden generar cierta ansiedad.

Debemos tener en claro, que las decisiones son responsabilidad nuestra, podemos claro, dejarlas en manos de otros, como padres, pareja o superiores, pero entonces iremos por la vida haciendo lo que los demás consideran debemos hacer y por ende culpando a ellos por los resultados que obtenemos.

A veces estamos como esperando que las respuestas nos caigan del cielo, o que como por arte de magia llegue la solución, pero esto no sucede. Para tomar nuestras decisiones debemos tener de manera consciente, que las tomamos con la información y experiencia que tenemos en nuestro presente, no con información del futuro, al tomar nuestras decisiones debemos responder: ¿puedo hacerlo? ¿Me hare responsable de las consecuencias?, ten presente que al tomar decisiones, tomas la mejor que en ese momento puedes elegir, y que hay cosas que no puedes controlar en esa toma de decisión. Que la vida te dará respuestas sobre esa decisión pero que esas respuestas no son inmediatas.

No debes juzgarte en tu ahora, sobre cosas que decidiste en el pasado, pues en ese momento la información que tenías te hicieron tomar la mejor decisión. Solemos ser muy duros con nosotros. Es recomendable que tomemos pequeñas decisiones en la ruta de nuestra decisión final, esto nos permite ir adecuando el rumbo, la flexibilidad nos hace mucho bien, nos quita mucha ansiedad de encima.

Como puedes tomar decisiones que te hagan sentir bien.

  • Sé flexible, deja la educación militarizada para otras actividades.
  • Hazte responsable de las consecuencias.
  • Perdónate, si en alguna ocasión la decisión que tomaste no te funcionó, recuerda, si aprendiste algo, eso también valió la pena.
  • Deja a un lado tu ego, si notas que debes hacer cambio en la decisión, adelante, rompe la creencia de que en la vida no se debe de dar un paso atrás. Se vale mover las cosas, nada en la vida es inamovible
  • Se congruente con tus valores, si sientes que esa decisión no te hace click, aunque todos los demás te digan que es lo mejor, pasa.
  • Suelta lo que no esté funcionando.
  • Recuerda no eres adivino, no sabrás que sucederá al tomar esa decisión
  • Ten la fortaleza para entender que la vida es una constante toma de decisiones en donde puedes acertar o fallar y con ello aprender algo nuevo.

Buen viaje en tu ruta de vida, bendiciones.

@yadirapedrero, yadirapedrero@outlook.com

Segundas oportunidades, la posibilidad de crecer.

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Vivimos en un mundo personal lleno de creencias, creencias que forman parte de lo que hoy somos, que nos hacen actuar como lo hacemos, creencias que pueden seguir funcionando, y otras más, que posiblemente necesiten ser revisadas, sacudidas y actualizadas como las aplicaciones de nuestro celular o el disco duro de nuestra computadora.

Cuántas veces hemos oído, “segundas partes nunca son buenas”, “perro que come huevo, ni que le quemen el hocico”, “chango viejo no aprende maroma nueva”, como estas muchas otras frases o creencias que nos acompañan.

Hoy compartiré contigo mi creencia sobre las segundas oportunidades, al decir oportunidades, me refiero a oportunidades en la vida, en cualquier aspecto de esta, llamémosles trabajo, amor, amistades, metas sin alcanzar, la vida es tan rica en áreas, que cerrar el concepto de oportunidades a una sola, sería un absurdo.

Ha últimas fechas, me digo mentalmente y en ocasiones lo verbalizo, “soy una mujer creyente”, yo, creo que las personas, podemos equivocarnos, rectificar y corregir el camino; que podemos ser menos duros con uno mismo y con los demás, los cuales en ocasiones, pueden ofendernos o hacernos sentir mal. Para mí, si existen las segundas oportunidades, pues la vida es de continuo crecimiento, si en la primera oportunidad, no aprendes, entonces podría decir que la segunda puede no valer la pena, cuando detectamos que estanos haciendo algo que afecta a otros o a nosotros mismos, debemos identificar que hay cambiar, y entonces, aprovechar la segunda oportunidad que se nos puede presentar.

¿Valen la pena las segundas oportunidades? la respuesta no la tengo yo, está dentro de ti, yo creo que,  en las segundas oportunidades, mostramos madurez, capacidad de perdón, de valentía. Creo que al brindar y recibir segundas oportunidades, quitamos ese velo de misticismo de la pregunta ¿qué hubiera pasado si…?

Desde mi visión, para poder brindar segundas oportunidades, debemos considerar:

  • Perdonar, y que sea de corazón, no se vale usar la frase: “lo anoto y guardo, lo uso cuando lo necesite”.
  • Ser maduro, vive el presente, deja el pasado que te aflige atrás, y descubre cómo seguir creciendo.
  • Arriésgate, solo así conocerás lo que sigue en ese capítulo de tu vida.
  • Reconcíliate con la o las personas que estén involucradas, alienen lo que quieren lograr y trabajen juntos para alcanzarlo.
  • Reconoce tus errores en la situación por la cual otorgas la segunda oportunidad y trabaja en ellos, si aprendiste la primera vez, valió la pena.

Y tú, ¿crees en las segundas oportunidades?

Buena ruta en tu camino de vida, bendiciones.

@yadirapedrero

yadirapedrero@outlook.com