Vivimos en un mundo personal lleno de creencias, creencias que forman parte de lo que hoy somos, que nos hacen actuar como lo hacemos, creencias que pueden seguir funcionando, y otras más, que posiblemente necesiten ser revisadas, sacudidas y actualizadas como las aplicaciones de nuestro celular o el disco duro de nuestra computadora.
Cuántas veces hemos oído, “segundas partes nunca son buenas”, “perro que come huevo, ni que le quemen el hocico”, “chango viejo no aprende maroma nueva”, como estas muchas otras frases o creencias que nos acompañan.
Hoy compartiré contigo mi creencia sobre las segundas oportunidades, al decir oportunidades, me refiero a oportunidades en la vida, en cualquier aspecto de esta, llamémosles trabajo, amor, amistades, metas sin alcanzar, la vida es tan rica en áreas, que cerrar el concepto de oportunidades a una sola, sería un absurdo.
Ha últimas fechas, me digo mentalmente y en ocasiones lo verbalizo, “soy una mujer creyente”, yo, creo que las personas, podemos equivocarnos, rectificar y corregir el camino; que podemos ser menos duros con uno mismo y con los demás, los cuales en ocasiones, pueden ofendernos o hacernos sentir mal. Para mí, si existen las segundas oportunidades, pues la vida es de continuo crecimiento, si en la primera oportunidad, no aprendes, entonces podría decir que la segunda puede no valer la pena, cuando detectamos que estanos haciendo algo que afecta a otros o a nosotros mismos, debemos identificar que hay cambiar, y entonces, aprovechar la segunda oportunidad que se nos puede presentar.
¿Valen la pena las segundas oportunidades? la respuesta no la tengo yo, está dentro de ti, yo creo que, en las segundas oportunidades, mostramos madurez, capacidad de perdón, de valentía. Creo que al brindar y recibir segundas oportunidades, quitamos ese velo de misticismo de la pregunta ¿qué hubiera pasado si…?
Desde mi visión, para poder brindar segundas oportunidades, debemos considerar:
- Perdonar, y que sea de corazón, no se vale usar la frase: “lo anoto y guardo, lo uso cuando lo necesite”.
- Ser maduro, vive el presente, deja el pasado que te aflige atrás, y descubre cómo seguir creciendo.
- Arriésgate, solo así conocerás lo que sigue en ese capítulo de tu vida.
- Reconcíliate con la o las personas que estén involucradas, alienen lo que quieren lograr y trabajen juntos para alcanzarlo.
- Reconoce tus errores en la situación por la cual otorgas la segunda oportunidad y trabaja en ellos, si aprendiste la primera vez, valió la pena.
Y tú, ¿crees en las segundas oportunidades?
Buena ruta en tu camino de vida, bendiciones.
@yadirapedrero
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